Un golazo de Koundé y un contragolpe mortal definido por Rakitic le dieron al Sevilla una victoria enorme en la ida de las semifinales de la Copa del Rey para dejar al Barcelona al borde de la eliminación.
Este compromiso, dejó más dudas que certezas en el equipo de Ronald Koeman, que después de una buena trayectoria en las últimas semanas, parece que ha dado un paso atrás en la competición que tenía más posibilidades de ganarla.
Aquí vamos a revisar algunos detalles que nos dejó este partido.
Samuel Umtiti tuvo dos momentos decisivos, determinantes en la suerte del partido. En el primero vio como Koundé le hizo un caño antes del 1-0, y en el segundo, en una jugada al espacio, resbaló y dejó a Ivan Rakitic en el uno contra uno ante Ter Stegen y no falló. Desde que volvió del Mundial de 2018, en el que Francia fue campeón, Umtiti no es el mismo.
-Fruto de la exigencia del calendario, el Barcelona se presentó en el Sánchez Pizjuan con ocho bajas y tuvo que improvisar una defensa, con Junior Firpo, un lateral zurdo por la derecha, y Mingueza y Umtiti en el centro. No jugaron en el Barcelona Sergiño Dest, Ronald Araujo, Piqué y Sergi Roberto; también Pjanic y Braithwaite, así como Coutinho y Ansu Fati.
Además hubo la ley del ex y es que la gestión de las bajas de Josep Maria Bartomeu a finales de temporada, para rebajar la masa salarial, fue desastrosa no es una percepción, sino una realidad. Prácticamente el Barça regaló a Ivan Rakitic al Sevilla y este fue el autor del segundo gol de la noche.
Lo que también es cierto es que La Copa del Rey se presenta prácticamente como la última oportunidad del Barça de Koeman de conseguir un título esta temporada. En La Liga está a ocho puntos del puntero, en la Champions parece que no tiene gas para competir al máximo nivel y ahora en la Copa del Rey deberá remontar.